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miércoles, 3 de septiembre de 2025

Ransomware toma un giro inesperado: amenazan con usar arte de artistas para entrenar IA

El 30 de agosto, la plataforma Artists&Clients, especializada en conectar artistas con clientes, sufrió un ataque por parte del grupo de ransomware LunaLock. El mensaje publicado decía:

“Este sitio web ha sido pirateado por LunaLock. Todos sus datos, incluidas las direcciones de correo electrónico y contraseñas de las cuentas de usuario, han sido robados y cifrados.”
“Enviaremos todas las ilustraciones a empresas de inteligencia artificial para que se añadan a los conjuntos de datos de entrenamiento.”

Además de exigir un rescate (se reporta que alrededor de USD 50 000), los atacantes añadieron un elemento perturbador: la amenaza de alimentar modelos de IA con obras de los artistas, sin su permiso.

¿Qué implica esta amenaza?

  • Violación de la privacidad y propiedad intelectual: No se trata solo de datos personales o código fuente, sino de arte que refleja la identidad creativa de cada autor.
  • Uso no autorizado en IA: Si los atacantes cumplen su amenaza, las obras podrían ser utilizadas para entrenar modelos generativos sin consentimiento, vulnerando los derechos de los creadores.
  • Un nuevo escenario de presión: Hasta ahora, los rescates se centraban en datos financieros o personales; ahora, el arte mismo se convierte en palanca de extorsión.

Las herramientas actuales de protección, como Glaze y NightShade, ofrecen cierta defensa frente al uso no autorizado de estilo/obra por parte de IA generativa. Pero han demostrado debilidades importantes. Investigaciones alertan que NightShade, incluso siendo eficaz al insertar distorsiones adversariales, puede ser revertida con alta efectividad (más del 99%) mediante herramientas como LightShed. Esto deja a los creadores sin garantías de que sus intentos de protección puedan resistir ante ataques —sean legales o criminales— a gran escala.

Este caso representa un nuevo y preocupante punto de inflexión: el arte digital ya no escapa al conflicto del cibercrimen. No basta con defender contraseñas o datos; ahora, el contenido creativo es objetivo directo.
Es esencial que plataformas, legisladores y artistas colaboren para construir mecanismos de protección robustos: ya sean legales, tecnológicos o comunitarios. Porque cuando el arte es extorsionado, no solo se afecta al creador: se pone en riesgo el futuro de la creatividad misma.